Open Your Mind..[Mione]

La nueva reunión de Harry con el profesor Dumbledore la tenía preocupada.
Su mejor amigo había sido expuesto a tantos peligros durante toda su vida, desde los once años se vio obligada a verlo pelear contra las fuerzas de la oscuridad, cuando aun no tenía la capacidad de comprender a lo que se enfrentaba.
Ahora era un hombre hecho y derecho, Harry entendía las magnitudes de lo que le esperaba en un futuro no muy lejano, se notaba en sus ojos cuando el asunto era tratado. En sus ojos esmeralda que se volvían duros, lejanos, distantes, como si estuviera teniendo una visión de lo que le ocurriría, y al parecer nunca creía que le iría bien.

Siempre creyó que era una carga demasiado grande para un muchacho de su edad. En este momento podría estar jugando Quidditch, podría estar con ella en los jardines, hablando trivialidades o escondiéndole sus libros para evitar que estudie y se relaje un poco. Riendo y divirtiéndose el doble de lo que hace ahora. Estudiar sin pensar que es una pérdida de tiempo, porque algún día, en una pelea a muerte…saber la revolución de los duendes no le serviría de nada.
Daría lo que fuera porque Harry tuviera una vida normal, de un adolescente normal, ayudarlo a ser feliz. Honestamente, cada día se inquietaba más por su mejor amigo.

Por eso estaba allí, en el jardín, junto al lago, mirando la inmensidad del agua cristalina, que al reflejo del sol parecía brillar como diamantes, escuchando allá a lo lejos el repiqueteo del agua producido por los movimientos de los tentáculos del calamar gigante.
Intentaba relajarse, intentaba que sus músculos dejaran de tensionarse ante el peligro inminente que Harry corría cada día. Después de todo, junto al profesor Dumbledore tiene que estar seguro… ¿Verdad…? ¿Verdad?
Suspiró y tomó un guijarro del suelo, observándolo sin hacerlo en realidad, mirando por encima de él e imaginando qué ocurriría si la oscuridad se cernía sobre sus cabezas. Sobre los profesores, sus compañeros, sobre Ronald…
Negó con la cabeza, intentando alejar esas suposiciones inútiles de su cabeza, recordó lo que el pelirrojo le había indicado un día en el jardín. “Muy bien, te agachas un poco…y giras la muñeca”
Sonrió levemente al recordarlo, aquellos momentos serían los que querría conservar en los momentos en que todo ande mal. A veces, Hermione era muy dramática, muy pesimista, pero sólo para sí misma, siempre se esforzaba por decirle a Harry que todo iría bien, aun cuando no lo creyera.
-Abajo y…-se agachó suavemente, con el guijarro en la mano, levantó el brazo sobre su cabeza y lo soltó con un movimiento brusco, como un látigo-…subo el brazo y luego…-observó con curiosidad el recorrido de la piedra en el agua, ladeando la cabeza para calificar su desempeño.
-…dos saltos, nada mal-chasqueó la lengua y bajó la mirada, frunciendo levemente el ceño-, podría ser mejor, por supuesto-de repente, escuchó una voz suave y aguda, demasiado conocida, que la obligó a voltearse para observar su cabellera rubia y sus ojos saltones de color gris claro. Le sonrió a Luna, era una chica extraña, pero agradable y leal, definitivamente. No podía decir que le cayera mal, ni mucho menos.
-. Hola, Luna-le sonrió levemente, no por su presencia, sino por todo lo que había pensado y analizado antes de que ella llegara-¿Cómo te encuentras? No nos hemos cruzado desde que comenzó el año escolar…