Meredith Németh

●Nombre completo: Meredith Biedka Németh Lengye.

●Edad: 19 años.

● Fecha de nacimiento: 19 de noviembre.

● Lugar de nacimiento: Budapest, Hungría.

● Sexo: Femenino, bisexual.

● Condición: Bruja, mortifaga.

●Casa en Hogwarts: Ex Slytherin.

●Características físicas: Meredith es una mujer hermosa. Posee la belleza de un súcubo, capaz de seducir a cualquiera. En simples palabras, una belleza mortal. Su cabello es largo de un tono castaño oscuro que contrasta perfectamente con sus ojos celestes cristalinos, penetrantes como rayos x. Su nariz es simétrica y sus labios son muy carnosos, sensuales, atractivos. Posee el cuerpo de una modelo, con grandes atributos. Alta, femenina, la perdición para el hombre.

●Caracteristicas Psicológicas:
Tratar con Meredith resulta imposible. Tiene un carácter complicado pero definido. Algunos la consideran loca, otros directamente psicópata. Ella ante esos términos no puede evitar sentirse dichosa. Le importa un cuerno lo que piensen o digan de ella. No hay duda alguna que es fría y malvada por naturaleza; lleva en la sangre la crueldad. No cree que exista el amor ni tampoco en la bondad del mundo. Afirma que muy dentro de cada uno existe la porquería que son en realidad y que no vale la pena ocultarla, aunque la sociedad sigue insistiendo en fomentar lo bueno, la paz mundial y esas estupideces.

Nunca le importó el tema de las casas y la sangre pura, ya que ella no juzga por eso sino por como es la persona. Aunque, en realidad, odia a todo el mundo. Es una joven completamente antisocial y para nada empática. No tiene amigos; tiene marionetas y los maneja a su antojo, con el propósito de conseguir algún provecho de ellos. Puede llegar a hacer excepciones pero es improbable. Si hace algo en ayuda de alguien o de alguna causa aparentemente altruista es sólo por egoísmo, para su único y exclusivo beneficio. No confía en la gente ni tampoco muestra algún signo para que confíen en ella. Jamás intenta ser amable; sin embargo, a pesar de su rechazo y desprecio, algunos imbéciles suelen querer entablar conversación o una relación con ella. Hay gente aún que cree poder cambiarla sin darse cuenta que es perder el tiempo en vano.

Mide las palabras para que sean justas y necesarias; ni un sinónimo más ni un verbo menos; con ellas intenta lastimar, herir, al ser que le dedica tiempo para arruinarle la vida porque lo considera insuficiente. No se preocupa por cómo puede llegar a reaccionar, no le importa. Lo peor de todo es que no siente remordimiento por lo que hace. En el universo es ella y nadie más que ella. Puede ser egocéntrica y orgullosa en algunos momentos, pero no en la mayoría. Tan poderosa y manipuladora que consigue siempre lo que quiere. Su ambición por una cosa, o por alguien, puede llevarla a la locura. No descansará nunca hasta lograr su objetivo, cueste lo que cueste.

Lo que más la hace preciosa y patética es la muerte que algún día le llegará. Aprovecha los momentos que le dan placer como si fueran los últimos y los exprime para sacar de ellos el máximo jugo especulado. Muy inteligente y astuta, particularidad que la acompañan hasta cuando duerme. Suele dedicarse a pensar, idear planes tan perfectos y fueras de sí que se consideran exclusivos de su persona. Declara que la imaginación, los sueños y las metas futuras son pura escoria.

Casi nunca está nerviosa o ansiosa. Se la puede observar tranquila, indiferente, pero se sabe que dentro suyo la serpiente está buscando el instante perfecto para explotar y clavar los colmillos contra alguien; quizás por pura diversión. En ciertas ocasiones es falsa y con las únicas personas allegadas que la rodean es falta de sinceridad. Soltarse y abrirse con alguien le resulta prácticamente imposible, tal como mostrar una sonrisa sobre sus hermosas facciones. No obstante, si lo hace, no es un buen augurio.

No es una santa, sino una salvaje. Fogosa, atrevida. Meredith busca con quien estar y elige hacer lo que le plazca. Adora tomar el control de la situación. No recibe órdenes en ese tipo de momentos ni en lo cotidiano. La vergüenza no es algo que vaya con ella; su encanto es sólo superficial. Su mirada es tan penetrante que no se sabe que quiere decir con ella. Pareciera que te estuviera comiendo con esos ojos claros en contraste con su cabello. Intimidar, nada mejor que aquello.

No finge ser otra persona; no tiene una personalidad oculta que se refugia con varias capas de frialdad para no parecer débil. Ella es así, una mujer despreciable y le no le molesta demostrarlo para que no queden dudas.

●Varita: Madera de Parra importada de la india, 29 centímetros, flexible, garra de arpía, excelente para encantamientos, maldiciones y hechizos de desarme. Fácil de manipular.

●Boggart: Azkaban. Su entorno toma la forma de la prisión de los magos.

●Patronus: Pantera.

●Historia:

She looks like pure evil.~

Meredith nació de la unión de una bruja con un muggle. Aquella mujer había decidido dejar a un lado el mundo mágico. Sin embargo, desde el nacimiento de la niña, ya se notaba en ella que no sería como cualquier otro infante. Algo en Meredith andaba mal. Era muy mala, despiadada; golpeaba a otros niños, hacía maldades todo el tiempo. Nadie la quería; y ella, feliz con eso. Amaba la soledad, la indiferencia del mundo hacia ella.

Al cumplir los once comenzaron a llegar las cartas, pero su madre las quemó todas. No quería que la niña fuera hechicera o sería capaz de cualquier cosa. La joven siempre se metía en problemas extremos en la escuela, participaba en peleas callejeras y se escapaba en las noches para regresar a la madrugada. Una tarde le arrojó una olla de agua hirviendo a su profesora de química cuando la cruzó en la cocina del instituto, ganándose la bienvenida en un correccional para menores. Estuvo allí casi un año y medio, desde los catorce años. Su propio padre delató su paradero cuando huyó. No obstante, en vez de componer a la chica, la empeoró.

Fue enviada a prisión, sin importar la edad que tuviera {quince años y medio}: asesinó a una chica que compartía habitación con ella en el correccional. Encontraron a Meredith sentada en el rincón de la habitación, soltando carcajadas casi demoníacas, mientras que su compañera yacía en el piso, muerta, con diez lápices afilados incrustados en su pecho. Culparon a la castaña al instante aunque no encontraron huellas digitales en los lápices; asimismo, ella afirmó que la había matado. Los guardias dijeron que fue por “arte de magia”. Aunque, eso no fue todo: dos días después le abrió la garganta a un guardia con un vidrio. Desde ese día la prisión se convirtió en su hogar.
Ella afirmaba que tenía sus motivos para matar a la chica y lastimar al guardia, solo que no fue comprendida por nadie.

A los dieciséis, después de nueve meses en prisión muggle, Derek Neal, un mago reconocido del ministerio, la ayudó a escapar de Hungría. Él descubrió que era una hechicera en el trayecto y decidió refugiarla en el castillo Hogwarts con la esperanza de cambiarla. Por lo tanto, entró en sexto año. Los estudiantes supieron al poco tiempo que quemó a su profesora y lastimó al guardia pero nadie estuvo al tanto, salvo Derek, que asesinó a su compañera. Toda esa información se encuentra guardada en la estación de policía como confidencial. La policía muggle de Hungria aún la busca por prófuga. Siempre estuvo segura que no la volverán a atrapar pero conserva algo de respeto con Azkaban.

Al terminar los estudios en Hogwarts, gracias a su gran talento para aprender y facilidad para manipular la magia, fue convocada por Lucius Malfoy para pertenecer a los mortifagos. Ella siempre desistió pero Voldemort insistió. Él la necesitaba, y ella también a él, aunque no lo dijera. Se volvió alguien especial, esencial, en el clan que estaba renaciendo. Derek, quien confiaba profundamente en Meredith, se sintió desilusionado y destrozado. Ella rompió con toda esperanza que el muchacho tenía en su persona; no le importó, o quizás sí, pero jamás dejaría que algo de sentimiento la dominara.


●Otros datos:

† Su sangre es mestiza.

† Quiere asesinar a su padre por delatarla. Con su madre no tiene problema alguno pero prefiere creer que no existe.

† Está segura que nunca podrá enfrentar a su Boggart con Ridikulus ella sola; la risa natural y verdadera no está en sus principios. La vez que se enfrentó a uno fue frente a Derek y él contraatacó para eliminarlo con su Boggart.

† En la cárcel la llamaban Biedka. Su código penal era 81A3827.

† Ama las carnes rojas, semi-cocinadas. El jugo que en realidad es sangre, es una delicia para su persona. Las verduras de hojas verdes también son su pasión. No soporta la comida chatarra y come únicamente frutillas; aborrece el resto de las frutas.

† Fue golpeadora en el equipo de Quidittch. Envió a dos chicos de Hufflepuff a la enfermería en su último partido.

† Se considera enteramente atlética. Tiene más fuerza que una chica común y corriente de su edad, mas no posee musculatura notoria. Es ágil y rápida.

† Los deportes son su pasión. Practica fútbol y voleibol en su tiempo libre. En vacaciones de verano aprovecha el tiempo en deportes extremos como Surf y Motocross. En su habitación de alquiler tiene una bolsa de boxeo.

† Le gusta la lectura. No obstante, se enfoca en policiales.

† Tiene un tatuaje en el pie izquierdo y uno oculto, cerca de la entrepierna.

† Ama a los felinos.