I need distraction, please. [Draco Malfoy - Cass Wright]

Pasé una de mis manos por mi larga cabellera rubia cuando por fin llegué a la Sala Común de Slytherin. No podía creer que en todos los años que llevaba en este castillo por primera vez había obtenido un "Supera las Expectativas" en Encantamientos. Mis hechizos siempre habían sido muy certeros y funcionales, no entendía qué había ido mal esta vez. Simplemente mi encantamiento había sido el más perfecto de todos pero no lograba comprender que haya obtenido una "S". Salí del aula de encantamientos con prisa luego de recibir mi calificación porque no quería enfrascarme en una discusión con el profesor que, lo tenías más que asumido, se convertiría en una contienda de quién tenía la razón. Nadie nunca me llevaba la contra y no podía permitir que un simple profesor de Hogwarts me diera una calificación que no merecía; yo siempre merecía más que eso. Mi mal genio podía sentirse desde metros, incluso desde fuera de la Sala Común, debido a mi condición de semi - veela. Sentí que mi cabello estaba más alborotado de lo normal y nuevamente pasé mi mano libre por él, me fastidiaba aún más el hecho de que fuera tan llamativo cuando perdía la paciencia.

Suspiré con los ojos cerrados mientras me dejaba caer en uno de los sillones dispuestos para los alumnos en la Sala Común e intenté calmarme mientras masajeaba mis sienes con la yema de mis dedos, después de haber dejado mis libros a un lado. Podía sentir cómo brillaba mi cabello y levitaban algunos mechones pero, a medida que me calmaba, iban decayendo poco a poco. Junto a eso, también podía sentir cómo algunos de los chicos que estaban ahí se quedaban observándome como si no tuvieran nada mejor que hacer. Bufé por lo bajo y abrí mis ojos dedicándoles una mirada de furia a cada uno de ellos, quienes volvieron a lo que estaban haciendo pero supuse que sin mucha concentración. Aunque quise no creerlo, por fin algo me sacó una sonrisa pero no porque estuviera ya feliz sino porque sabía que intimidaba cuando estaba así, era una sonrisa de satisfacción.

Al cabo de unos cuantos minutos por fin pude normalizarme un poco, tomando la decisión de ir a hablar con el profesor para que me dijera qué era lo que iba mal con mi encantamiento. Por supuesto que no había utilizado ninguno de mis encantos como veela para algún examen de modo que no iba a poder argumentar algo así. Era el único impedimento que le veía a que mi nota no fuera un "Extraordinario"; el profesor era bastante perspicaz como para haberse dado cuenta de aquello. Comprendí de pronto que lo que estaba pensando no tenía ni una gota de lógica y me sentí un poco más fastidiada. Era tanta la frustración que ni siquiera lograba hilar pensamientos con claridad, lo que tenía una reacción visible en mi cabello.

Sacudí levemente mi cabeza para sacar de mis pensamientos aquel amargo trago de las clases del día y me enfoqué en la tarde que me quedaba por delante. Gracias a Merlín no tenía ningún tipo de deberes qué hacer puesto que había hecho todo por adelantado, como acostumbraba a hacerlo, y ya habían acabado todas las clases a las que debía asistir. Bajo ese panorama me quedé sentada en el mismo sillón que me encontraba para pasar el rato. Con suerte llegaría alguien con quién conversar y olvidar por completo el episodio vivido hoy. Me solté los tres primeros botones de la blusa de rigor del uniforme y aflojé un poco la corbata verdosa para luego recargar todo el peso de mi cuerpo en el sillón, dejando ver una fina cadena de oro que llevaba un dije de una serpiente que mi madre me había obsequiado cuando era pequeña. Necesitaba un poco de distracción.